MI PRIMERA CLASE COMO TERAPEUTA

Al iniciar de mi carrera, me asustaba un poco la idea de tener en mis manos la responsabilidad de ayudar a ninos con autismo. Tuve 8 ninos de los cuales uno fue exitosamente integrado en escuela regular y otro tuvo un gran avance y fue subido nivel a mediados del ano. El miedo que sentia se fue desvaneciendo a medida que el tiempo transcurria. Eran ninos maravillosos!! tenian habilidades que ni sus padres sabian que tenian. Recuerdo que en la primera reunion con los padres pedi que me escribieran los objetivos que deseaban que sus hijos alcancen. Todos pidieron muchas cosas pero lo que mas me conmovio fue una peticion que decia: -algun dia quisiera poder escuchar la voz de mi hijo-. Con gran esfuerzo y trabajo logramos completar casi todos los objetivos del ano y otros mas que les pusimos a cada nino segun sus capacidades. Lo que mas me impacto fue cuando que en las siguientes reuniones con sus padres, todos estaban felices por los avances. La verdad es que al verlos sonreir, escuchar sus historias -le cuento que mi hijo me dijo mama- o -mi hijo sonrie mucho mas-, -ya dejo los panales-, etc. fue algo que me lleno de orgullo, fue algo que no puedo explicar, simplemente no tiene precio. Mis ninos ya van a cumplir 6 anitos y estan cada vez avanzando mas, los adoro! a pesar de ya no ser su terapeuta sigo viendolos y hablando con sus papitos. La oportunidad de conocerlos y el privilegio de haber sido su terapeuta ese ano, es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, no lo cambiaria por nada. Gracias a ellos me di cuenta que me encanta la carrera que elegi y lo que hago, lo hago con mucho amor.

Jen
Guayaquil, Ecuador